Notebook / La publicidad


LA PUBLICIDAD



Ahora, la vida es marketing.
Nunca pensé que el futuro sería un lugar de terrazas llenas de gente mirando en una pantalla sacando lenguas, guiñando ojos y poniendo morros.

Me había imaginado otra cosa.

Siempre me atrajo el ingenioso mundo de la publicidad y su estética. Esos papeles pintados de dimensiones absolutas salpicando el cemento de ciudades y autopistas.

Los publicistas son un colectivo peculiar. Creadores de mensajes y de necesidades. Diseñadores de objetos de deseo. Encantadores de serpientes.

No importa quien seas, ellos tienen algo que ofrecerte y tú, tarde o temprano, picarás el anzuelo envenenado del publicista porque si no lo haces, tu vida es mas o menos un agujero negro donde la infelicidad es el desayuno de cada día.

Una vez me contó un amigo diseñador, cuya cabeza esta chamuscada ya de crear un slogan por día, su idea de crear el colectivo de detractores la publicidad.

Un club al cual pertenecieran todos aquellos que compartieran esta adversión hacia la gran mentira llamada marketing.

Le dije que contara conmigo, que yo sería su socio número uno en un gesto de apoyar a mi amigo.

Luego me quedé reflexionando, dándole vueltas y pensando, si no existiera el marketing, la publicidad, los recientes influencers, etc, los artículos de obsolescencia programada, los ceo, los coach, los selfies, las stories, la estética de felicidad impostada ¿Qué tipo de sociedad seríamos seríamos?.

Y entonces lo vi muy claro.
Seríamos personas normales.